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Domingo 5 del Tiempo Ordinario A 'Vosotros sois la luz del mundo' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa Dominical

 

 

La Palabra de Dios y yo - cómo acogerla
Falta un dedo: Celebrarla

Para ser más felices" Curso con y sobre las Bienaventuranzas"

 

 

Pasaje dominical: MT 5, 13-16

META
El mundo no se salva porque los hombres se esfuercen sino porque Dios no nos abandona. Jesús ha vencido al mundo. Nosotros podemos ser luz del mundo porque lo es Jesús. Esta catequesis se puede utilizar también para el tiempo de adviento (corona de adviento) y para el tiempo de Pascua en relación con el Cirio Pascual

LA CATEQUESIS

Presentación
Entran cuatro niños llevando cada uno una vela encendida. Se colocan de cara a la asamblea. Al costado hay dos que llevan el diálogo (A y B)

Se adelanta el primer niño
A: Esta luz se llama confianza. Está brillando porque es muy bonito cuando hay confianza entre padres e hijos, profesores y alumnos, entre toda la gente.
B: Un Momento. ¡Los niños mienten mucho! La mamá les ha dado dinero para comprar un cuaderno y ellos lo gastan en dulces. No hay confianza. También la gente engaña. Sólo podemos dejar prendida esta vela si alguien aquí que nunca ha mentido... Por eso apagaré esta luz porque no brilla en nosotros (La vela se apaga).

Se adelanta el segundo niño
A: Esta luz se llama alegría. Brilla porque los hombres y los niños ríen cantan y están alegres.
B: Tampoco esta luz debe brillar. Hay muchos niños enfermos y tristes. Se les trata mal y muchos no tienen que comer. Ellos no están alegres ni cantan. Hay que apagar esta vela.

Se adelanta el tercer niño
A: Esta luz se llama paz. Brilla porque es tan lindo cuando la gente se ama y está en paz.
B. No hay paz. Los niños pelean y los adultos hacen guerras guerra en (citar el país). ¡Apaguen esa luz! Creo que tendremos que apagar también la última luz que se acerca.

El cuarto niño se adelanta
A: Esta es la ultima luz y se llama esperanza . Nadie la puede apagarla porque tenemos la esperanza que pequeños y grandes dejen de mentir, dejen de estar tristes, dejen de pelear y hacerse la guerra.
B: Es una luz muy débil porque los hombres malos son muchos y los buenos pocos. Además, nosotros aún teniendo buena voluntad tantas veces somos malos. ¡Apágala!

A: ¡NO, jamás! Porque hay alguien que es más fuerte que todos y que mantiene esta luz siempre encendida. Hay alguien que nos ayuda a ser buenos cuando hemos sido malos. Hay alguien que es la luz del mundo que puede cambiar nuestro corazón para que dejemos de pelear y hacer guerras. Ustedes saben quién es. ¿Es...? (Jesús). Él es nuestra esperanza. Por eso, cuando nuestra maldad ha apagado la luz del amor, de la alegría y de la paz podemos acercarnos a la luz que es Jesús para prender nuevamente nuestra luz apagada. Aún más, podemos ser luz del mundo porque la luz de Jesús brilla en nuestra vida. (Se encienden las demás velas).

APLICACIÓN
Catequista: En Norteamérica existe un movimiento que se llama "Los Cristóferos", es decir "Portadores de Cristo". Una noche más de 100 000 de ellos estaban reunidos en un gigantesco estadio. De repente se apagaron todas las luces y se hizo una oscuridad impenetrable. Todo el mundo se puso tenso. El fundador del movimiento, de pie en medio de la cancha. encendió una velita. Era una luz pequeñísima pero todos pudieron verla. Levantó la vela y dijo: "Es mejor encender una luz que maldecir las tinieblas". Tomando lumbre de esta velita se encendieron todas las velas de los 100 000 presentes y se hizo una luz esplendorosa en todo el estadio.

En lugar de asustarnos ante las tinieblas de la maldad del mundo, también de nuestra propia maldad, encendamos una lucecita tomando lumbre de Jesús que es la luz del mundo. ¿Cómo? Si estamos cerca de Jesús él nos inspira pensamientos y acciones buenas. Hagamos, con la gracia de Cristo, cada día siquiera una cosa buena y estamos encendiendo una lucecita. ¿Cuántos están aquí? Podemos encender cada día la luz de Cristo en nuestras vidas. A ver, ¿qué puedo hacer yo, que puedes hacer tú el día de mañana?....

 

 

Queremos ayudar  a que los niños, por medio de  la catequesis dominical, puedan compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical Parroquial. De ningún modo queremos dar pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños. 
Tenemos   una seria acusación al respecto.