[_Sgdo Corazón de Jesús_] [_Ntra Sra del Sagrado Corazón_] [_Vocaciones_MSC_]
 [_Los MSC_] [_Testigos MSC_
]

MSC en el Perú

Los Misioneros del
Sagrado Corazón
anunciamos desde
hace el 8/12/1854
el Amor de Dios
hecho Corazón
y...
Un Día como Hoy

y haga clic tendrá
Pensamiento MSC
para hoy que no
se repite hasta el
próximo año

Los MSC
a su Servicio

free counters

Dios Creador, Señor de la historia: 44,24-48,22: Comentario al profeta Isaías


Emiliano Jiménez


 Dios Creador, Señor de la historia: 44,24-48,22

a) Ciro, ungido del Señor

Por primera vez se va a escuchar el nombre de Ciro, como el siervo elegido y ungido por Dios para realizar la salvación de su pueblo, que tantas veces ya ha anunciado el profeta Isaías. Dios habla a Israel, el pueblo elegido, a quien Dios “ha formado en el vientre”. Dios anuncia la restauración del pueblo y se muestra con todo su poder creador. Si algo se opone a la reconstrucción de Israel, de Jerusalén y de su templo, Dios lo vencerá. La furia del océano o la sabiduría de los hombres todo está bajo el dominio de Dios. Puede controlarlo, pues Él es el creador de todo:

-Así dice Yahveh, tu redentor, el que te formó desde el seno. Yo, Yahveh lo he hecho todo, yo, solo, extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna. Yo hago que fallen las señales de los magos y que deliren los adivinos; hago retroceder a los sabios y convierto su ciencia en necedad (44,24-25).

Dios formó a su pueblo en el seno de su madre como le dice a Jeremías (Jr 1,11ss) o como proclama el salmista (Sal 139,13ss). Frente a magos y sabios la palabra de los profetas aparece en su fuerza y verdad. Ya en Egipto se opuso la palabra de Moisés con la de los magos; también en Babilonia triunfará en este momento la palabra de los profetas del Señor frente a sus magos y adivinos (Cf Dt 18,9-22). A los magos son equiparado los sabios, que se enorgullecen de su ciencia (Is 19,11ss; Jr 9,11-22). Por ello Israel puede estar seguro de que como se cumplió en el pasado la palabra de Dios, también se cumplirá ahora la palabra de su siervo:

-Yo confirmo la palabra de mi siervo y hago que triunfe el proyecto de mis mensajeros. Yo digo a Jerusalén: “Serás habitada”», y a las ciudades de Judá: “Seréis reconstruidas”.¡Yo levantaré sus ruinas!  Yo digo al abismo: “¡Sécate! Yo desecaré tus ríos”. Yo soy el que dice a Ciro: “Tú eres mi pastor y cumplirás todos mis designios”, cuando yo diga de Jerusalén: “Que sea reconstruida” y del santuario: “¡Echa los cimientos!” (44,26-28).

Con fuerza resuenan los imperativos del Señor. Uno evoca la orden dada al Mar Rojo para que dejara pasar al pueblo por el medio de sus aguas. Y desde la evocación de la historia pasada cobran fuerza las órdenes del presente sobre la reconstrucción de Jerusalén o sobre la llamada de Ciro para que lleve a cabo los planes de Dios. Ciro es equiparado a David, llamado a pastorear al pueblo de Dios.

Para ser pastor Ciro recibe la investidura de parte de Dios. Por primera vez en la historia de la salvación un rey extranjero recibe el título de Ungido. Dios le introduce de alguna manera en la cadena de la dinastía de David. La consagración de Ciro supera el calificativo de “siervo de Yahveh” que Jeremías otorga a Nabucodonosor (Jr 27,6ss). Dios, como Señor de la historia entrega a Ciro reinos, reyes, ciudades y tesoros; así lo siente él mismo (Esd 1,2-4):

-Así dice Yahveh a su Ungido, Ciro, a quien toma de la mano para someter ante él a las naciones y desceñir las cinturas de los reyes, para abrir ante él los batientes de modo que no queden cerradas las puertas. Yo marcharé delante de ti y allanaré las pendientes. Quebraré los batientes de bronce y romperé los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros ocultos y las riquezas escondidas, para que sepas que yo soy Yahveh, el Dios de Israel, que te llamo por tu nombre (45,1-3).


Dios, al elegir a Ciro, busca que su nombre sea reconocido entre los hombres. Dios repetirá Ezequiel actúa en la historia por amor de se nombre. Pera ello Dios salva a Israel, se sirve de los reyes de la tierra, pasa el poder de un imperio a otro. Con la salvación y con el castigo se muestra como el Dios, Señor de la creación y de la historia. Para glorificar su nombre, Dios realiza el rito de investidura de Ciro. Le llama por su nombre, le da un título y le entrega una insignia. Aunque no es Ciro el centro de la historia, sino Israel. Desde Israel y en función de Israel Dios elige a Ciro:

-A causa de mi siervo Jacob y de Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre y te he dado un título, sin que tú me conozcas. Yo soy Yahveh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe. Yo te he ceñido la insignia, sin que tú me conozcas, para que se sepa desde el sol levante hasta el poniente, que todo es nada fuera de mí. Yo soy Yahveh, y no hay otro (45,4-6).

Dios, que elige para realizar sus designios a Ciro, que ni le conoce, se declara a sí mismo “creador de la tiniebla y de la desgracia” lo mismo que de la luz y la paz. Como Dios único todo procede de Él. La creación entera es obra de sus manos. Ben Sira recoge esta doctrina y la transmite a sus discípulos: “Los bienes están desde el principio creados para los buenos, así como los males para los pecadores... Todo son bienes para los piadosos, mas para los pecadores se truecan en males” (Si 39,25.27):

-Yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, yo soy Yahveh, el que hago todo esto (45,7).

A este Dios creador de todo se eleva la invocación del hombre, que quiere con su plegaria rasgar las nubes y alcanzar la bendición de Dios. Es la invocación que la Iglesia eleva a Dios en el tiempo de Adviento:

-Cielos, destilad el rocío de lo alto; nubes, derramad la victoria. Abrase la tierra y brote  la salvación, y germine juntamente la justicia. Yo, Yahveh, lo he creado (45,8).

Quizás los oyentes del Señor se extrañen de que llame “su Ungido” a Ciro, un extranjero. Dios responde apelando a su soberanía absoluta, como hará más tarde Pablo (Rm 9,19ss):

-¡Ay de quien litiga con el que la ha modelado, la vasija con el alfarero! ¿Acaso la arcilla dice al que la modela: ¿Qué estás haciendo?, o ¿Tu obra no está hecha con destreza? ¡Ay del que dice a su padre!: ¿Qué has engendrado? y a su madre: ¿Qué has dado a luz? (45,9-10).

Como abra de sus manos o hijos de Dios son los hombres, que Él ha creado (Ml 2,10). Puede escoger a quien quiera, sin tener que dar razones de su elección:

-Así dice Yahveh, el Santo de Israel y su modelador: ¿Vais a pedirme cuentas acerca de mis hijos y a darme órdenes acerca de la obra de mis manos? Yo hice la tierra y creé al hombre en ella. Yo extendí los cielos con mis manos y doy órdenes a todo su ejército. Yo le he suscitado para la victoria y he allanado todos sus caminos. El reconstruirá mi ciudad y enviará a mis deportados sin rescate y sin recompensa, dice Yahveh Sebaot (45,11-13).

Con la liberación que Dios realizará de su pueblo mediante Ciro, los pueblos reconocerán la acción de Dios en la historia (45,14), y confesarán de Sión y de Dios mismo:

-Sólo en ti hay Dios, no hay ningún otro, no hay más dioses. De cierto que tú eres un Dios oculto, el Dios de Israel, el Salvador (45,15).

En la tradición cristiana ha visto a Cristo en este confesión de Dios que se oculta y manifiesta. La divinidad de Cristo está oculta bajo el velo de su carne. Dios, el Señor de la historia, no se muestra en imágenes sin vida como los ídolos, sino en su actuación. Mientras “los fabricantes de ídolos van al fracaso”, “el Señor salva a Israel con una salvación perpetua” (45,16). Dios no creó la tierra vacía, sino que se recreó en hacerla habitable. Sus obras son su manifestación. Y también lo es su palabra, pronunciada abiertamente a la estirpe de Israel (45,17-19). Por ello desea salvar a un resto de su pueblo para que la tierra de Israel no quede desierta. En ella Dios se enfrenta a los ídolos y a cuantos se arrodillan ante ellos. La salvación de su pueblo es el testimonio de que Él es un Dios vivo, que salva, en contraste con los ídolos muertos, que no pueden salvar (45,20-23). Ante Él se doblará toda rodilla y toda lengua confesará:

-¡Sólo en Yahveh hay victoria y fuerza! A él se volverán derrotados todos los que se inflamaban contra él. Por Yahveh triunfará y se gloriará toda la casa de Israel (45.24-25).


Con fuerza vuelve el Señor a mostrar “al resto de la casa de Israel” el contraste entre Él y los ídolos. Los ídolos no pueden cargar con el pueblo, porque necesitan ser cargados en las procesiones por bestias de carga (46,1-2). Yahveh, en cambio, ha cargado con el pueblo (Ex 19,4) desde el nacimiento, como una nodriza, y está dispuesto a cargar con él hasta su vejez. El Señor no se cansa (40,28-31), como Moisés que se quejaba (Nm 11) de que no podía con el pueblo:

-Escuchadme, casa de Jacob, y todos los supervivientes de la casa de Israel, con quienes he cargado desde que nacisteis, a quienes he llevado desde que salisteis del vientre materno.  Hasta vuestra vejez yo seré el mismo, hasta que se os vuelva el pelo blanco, yo os llevaré. Yo lo he hecho y yo os seguiré llevando, yo me encargo de ello, yo os salvaré (46,3-4).

Sigue el contraste entre Dios y los ídolos. No es el ídolo quien da riquezas, sino que hacen falta riquezas para fabricarlo (46,5-7). La inercia, donde lo ponen allí se queda, sin que pueda moverse ni salvar esta de las características del ídolo. El Señor invitad a Israel a reflexionar:

-Recordad esto y sed hombres, reflexionad, rebeldes, recordad lo pasado desde antiguo, pues yo soy Dios y no hay ningún otro, yo soy Dios, no hay otro como yo (46,8-9).

Dios es Señor del futuro, puede predecirlo y lo que anuncia se cumple, pues es Él quien lleva a cabo sus planes y deseos en la historia:

-Yo anuncio desde el principio lo que viene después y desde el comienzo lo que aún no ha sucedido. Yo digo: Mis planes se realizarán y todos mis deseos los llevaré a cabo. Yo llamo un ave rapaz del Oriente, de un país lejano al hombre de mis designios. Tal como lo he dicho, así se cumplirá; como lo he planeado, así lo haré (46,10-11).

El Señor tiene un plan de salvación y sus designios se realizan. Su palabra se cumple. Así se lo dice a su pueblo:

-Escuchadme vosotros, los que habéis perdido el corazón, los que estáis alejados de lo justo. Yo hago acercarse mi victoria, no está lejos, mi salvación no tardará. Traeré la salvación a Sión, y mi honor a Israel (46,12-13).

 

b) Caída de Babilonia

 

Babilonia, capital de los caldeos, comparada a una joven matrona, blanda y refinada, recibe las órdenes del profeta, de Dios, como una esclava. La reina ahora es obligada a ocuparse de oficios serviles. La que recibía honores se ve expuesta a la vergüenza:

-Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel ¡Siéntate en tierra, destronada, capital de los caldeos! Ya no se te volverá a llamar la dulce, la refinada. Toma el molino y muele la harina. Despójate de tu velo, alza las faldas, desnuda tus piernas y vadea los ríos. Descubre tu desnudez y que se vean tus vergüenzas. Voy a vengarme y nadie intervendrá (47,1-3).

Dios juzga a Babilonia, de la que se ha servido para castigar a su pueblo. Pero Babilonia se ha excedido en su crueldad, sin tener compasión de ellos, abrumando con el yugo de la opresión incluso a los ancianos (47,4-7). Por ello ahora le toca el turno a ella. Desde la cumbre de su orgullo el Señor la derriba al suelo, le tapa la boca. Condenándola al silencio y a las tinieblas

-Tú decías: “Seré por siempre la señora eterna”. No has meditado en tu corazón cuál sería el desenlace... Tú que te dices en tu corazón: “¡Yo, y nadie más! No seré viuda, ni sabré lo que es carecer de hijos”. Estas dos desgracias vendrán sobre ti en un instante, en el mismo día. Viuda y sin hijos te verás a la vez (47,8-9).

Los impíos en su incredulidad se sienten seguros, pensando que nadie les ve (Sal 10,4; 73,11; 94,7; Si 16,17-23). Y si Dios no ve se rigen por lo que ellos ven, por su ciencia, de la que se sienten orgullosos. Pero la ciencia no libra a los hombres de los imprevistos de la historia. Sólo la humildad alcanza a prever la desgracia, antes de que llegue. Babilonia caerá en la trampa de su ciencia, más bien de carácter mágico:


-Te sentías segura en tu maldad, te decías: “Nadie me ve”. Tu sabiduría y tu misma ciencia te han desviado. Dijiste en tu corazón: “¡Yo, y nadie más!” Vendrá sobre ti una desgracia que no sabrás conjurar; caerá sobre ti un desastre que no podrás evitar. Vendrá sobre ti súbitamente una devastación que no sospechas. ¡Quédate, pues, con tus sortilegios y tus muchas hechicerías con que te fatigas desde tu juventud! ¿Te podrán servir de algo?... Hasta los que comerciaban contigo, se irán por su camino, y no habrá quien te salve (47,10-15).

 

c) La salvación de Israel, obra gratuita de Dios

 

Dios decreta la caída de Babilonia porque no se ha reconocido instrumento de Dios en el castigo de Israel. Y el pueblo de Dios, ¿ha entendido el destierro como castigo medicinal de Dios? ¿Acepta Israel que ha sufrido por su pecado? Dios, al anunciar el final del exilio, quiere que el pueblo lo crea y entienda su actuación con Babilonia y con ellos. Recordándole todos los títulos, que le hacen el pueblo de la alianza, distinto de los otros, Dios les invita a escuchar (48,1-2). Y escuchar es recordar las cláusulas de la alianza, en las que ya estaba anunciado el castigo a la infidelidad:

-El pasado Yo lo anuncié de antemano, con mi boca lo di a conocer; de repente lo realicé y se cumplieron las cosas anunciadas (48,3).

Dios anuncia una palabra. La palabra queda en suspenso, quizás el hombre la olvida. Pero Dios mantiene su palabra y llega el día en que esa palabra se cumple. Dios puede afirmar que las profecías del pasado se han cumplido. Con ello Dios busca romper la obstinación e incredulidad del pueblo (48,4-5). Y si se ha cumplido la palabra que predecía el castigo, también se cumplirá la palabra de salvación que ahora le anuncia:

-Ahora te hago saber cosas nuevas, secretas, que no conoces, que son creadas ahora, no hace tiempo, de las que hasta ahora nada oíste, para que no puedas decir: “Ya lo sabía” (48,6-7).

Dios sigue actuando. Su actuación en la historia es creadora. Pero Dios busca quebrar la rebeldía del pueblo con la novedad de su salvación. Es ciertamente una salvación gratuita, inmerecida. El pueblo, rebelde desde el seno materno (48,8), incluso de ver cumplidas las profecías del pasado, se resiste a creer. La novedad del anuncio de Isaías es que Dios salva a su pueblo por su amor a su nombre, por su bondad. El pueblo no podrá decir respecto a la salvación que ya lo sabía ni tampoco podrá atribuirsela a sus méritos:

-Por amor de mi nombre retardé mi cólera, a causa de mi gloria me contuve para no aniquilarte. Mira que te he refinado como plata, te he probado en el crisol de la desgracia. Por mí, por mí, lo hago, para que mi nombre no sea profanado. Mi gloria no la cedo a nadie (48,9-11).

El nombre de Dios es santo y no puede quedar profanado entre las gentes. Si su pueblo es aniquilado, las naciones se mofarían de Dios. Su gloria es inalienable. Que lo escuche Babilonia y que lo escuche Israel:

-Escúchame, Jacob, Israel, a quien llamé: Yo soy, yo soy el primero y también soy el último. Sí, mi mano cimentó la tierra y mi diestra desplegó los cielos. Yo los llamo y todos se presentan. Reuníos todos y escuchad: ¿Quién de entre ellos anunció estas cosas? (48,12-14).

Dios, Señor de la creación, dueño del tiempo y del universo, puede llamar a los reyes y encomendarles una tarea. Dios llama a Ciro y le encomienda una misión. Como llamó a Abraham su “amigo” (Is 41,8; 2Cro 20,7) y a Moisés (Ex 33,11), así considera su “amigo” a Ciro, que ni le conoce, pero elegido para aniquilar a Babilonia y salvar a Israel:

-Mi amigo cumplirá mi deseo contra Babilonia y la raza de los caldeos. Yo mismo le he hablado, le he llamado, he hecho que venga y triunfe en sus empresas (48,15).

Con su palabra y con los acontecimientos de la historia Dios enseña a su pueblo (48,16; Dt 8,1-6). Les muestra el camino de la vida y el camino de la conversión. Ahora les marca el camino de la vuelta inminente a su patria:

-Acercaos a mí y escuchad esto. Así dice Yahveh, tu redentor, el Santo de Israel. Yo, Yahveh, tu Dios, te instruyo para tu bien y te marco el camino por donde debes ir (48,17).


El camino del Señor lleva a la vida (Dt 30,15ss). Seguir el camino indicado por Dios es caminar bajo sus bendiciones, guiado por la nube de su presencia. Desobedecer al Señor, salirse de su camino, conduce a la muerte, lleva al exilio. El destierro debe quedar en la memoria del pueblo como una amonestación:

-¡Si hubieras atendido a mis mandatos, tu dicha habría sido como un río y tu victoria como las olas del mar! ¡Tu descendencia sería como la arena, los salidos de ti como sus granos! ¡Tu nombre nunca habría sido arrancado ni borrado de mi presencia!(48,18-19).

Como una trompeta resuena el grito del Señor. Es la palabra que arrancó a Abraham de la tierra de la idolatría (Gn 12,1), la que Dios pronunció mediante el faraón en la noche de la pascua en Egipto (Ex 12,31). Ahora, en Babilonia, Dios la pronuncia y el pueblo responde con una aclamación exultante:

-¡Salid de Babilonia!¡Huid de los caldeos! ¡Anunciad con voz de júbilo, hacedlo saber, proclamad hasta el extremo de la tierra, decid: Yahveh ha rescatado a su siervo Jacob! No padecieron sed en los sequedales a donde los llevó; hizo brotar para ellos agua de la roca. Rompió la roca y corrieron las aguas. No hay paz para los malvados, dice Yahveh (48,20-22).

La palabra ya crea la salvación. La alegría se hace canto ya antes de ponerse en marcha. La palabra de Dios antecede, acompaña y supera los acontecimientos.

 

 

 





[_Principal_]     [_Aborto_]     [_Adopte_a_un_Seminarista_]     [_La Biblia_]     [_Biblioteca_]    [_Blog siempre actual_]     [_Castidad_]     [_Catequesis_]     [_Consultas_]     [_De Regreso_a_Casa_]     [_Domingos_]      [_Espiritualidad_]     [_Flash videos_]    [_Filosofía_]     [_Gráficos_Fotos_]      [_Canto Gregoriano_]     [_Homosexuales_]     [_Humor_]     [_Intercesión_]     [_Islam_]     [_Jóvenes_]     [_Lecturas _Domingos_Fiestas_]     [_Lecturas_Semanales_Tiempo_Ordinario_]     [_Lecturas_Semanales_Adv_Cuar_Pascua_]     [_Mapa_]     [_Liturgia_]     [_María nuestra Madre_]     [_Matrimonio_y_Familia_]     [_La_Santa_Misa_]     [_La_Misa_en_62_historietas_]     [_Misión_Evangelización_]     [_MSC_Misioneros del Sagrado Corazón_]     [_Neocatecumenado_]     [_Novedades_en_nuestro_Sitio_]     [_Persecuciones_]     [_Pornografía_]     [_Reparos_]    [_Gritos de PowerPoint_]     [_Sacerdocip_]     [_Los Santos de Dios_]     [_Las Sectas_]     [_Teología_]     [_Testimonios_]     [_TV_y_Medios_de_Comunicación_]     [_Textos_]     [_Vida_Religiosa_]     [_Vocación_cristiana_]     [_Videos_]     [_Glaube_deutsch_]      [_Ayúdenos_a_los_MSC_]      [_Faith_English_]     [_Utilidades_]