HORA SANTA VOCACIONAL



Monitor:

Es esta Hora Santa pedimos para que el Señor envíe más obreros a su mies. Si bien es cierto todas las vocaciones son buenas y santas, sin embargo siempre debemos de elevar oraciones por el sacerdocio, pues a través de los sacerdotes recibimos al tesoro más grande de la Iglesia: el mismo Cuerpo de Cristo.



INICIO DE LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO

Canto Entrada (Cantemos al amor de los Amores)

V/. “Sea por siempre bendito y alabado”

R/. Mi Jesús Sacramentado

- Padre Nuestro, Ave María y Gloria (x3)



TE SALUDAMOS CORAZÓN…

Te saludamos,
Corazón admirable de Jesús,
te alabamos,
te bendecimos,
te glorificamos.
te damos gracias,
te ofrecemos nuestro corazón,
te lo entregamos y consagramos. Recíbelo y poséelo entero;
purifícalo, ilumínalo y santifícalo,
a fin de que vivas
y reines en él perpetuamente.
Amén



Mensaje del Papa Benedicto XVI a los jóvenes Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" (Mc 10,17)



Jesús se encuentra a un joven

Se ponía ya [Jesús] en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre." El, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo:

"Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme." Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mc 10, 17-22).



EL DESCUBRIMIENTO DEL PROYECTO DE VIDA

En el joven del Evangelio podemos ver una condición muy similar a la de cada uno de vosotros. También vosotros sois ricos en cualidades, en energías, en sueños, en esperanzas: ¡recursos que poseéis en abundancia!

Vuestra propia edad constituye una gran riqueza no solo para vosotros sino también para los demás, para la Iglesia y para el mundo.

El joven rico pregunta a Jesús: ¿Qué tengo que hacer? La etapa de la vida en la que estáis inmersos es tiempo de descubrimiento: de los dones que Dios os ha otorgado y de vuestras responsabilidades. Es, también, tiempo de elecciones fundamentales para construir vuestro proyecto de vida. Es el momento, por tanto, de interrogaros sobre el sentido auténtico de la existencia y de preguntaros: “¿Estoy satisfecho con mi vida? ¿Hay algo que me falta? ¿Qué tengo que hacer, para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?"

Para descubrir el proyecto de vida que puede haceros plenamente felices, poneos en escucha de Dios, que tiene su diseño de amor sobre cada uno de vosotros. Con confianza, preguntadle: “Señor, ¿cuál es tu diseño de

Creador y Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla”. Estad seguros de que os responderá. ¡No tengáis miedo a su respuesta! “Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo” (1 Jn 3, 20).



¡VEN Y SÍGUEME!

Jesús invita al joven rico a ir más allá de la satisfacción de sus aspiraciones y de sus proyectos personales, le dice: “¡Ven y sígueme!”. El joven rico, por desgracia, no acogió la invitación de Jesús y se fue entristecido. No había encontrado el valor de apartarse de los bienes materiales para encontrar el bien más grande propuesto por Jesús.

Jesús no se cansa nunca de volver su mirada de amor y de llamar a ser sus discípulos, pero Él propone a algunos una elección más radical. En este Año Sacerdotal, quisiera exhortar a los jóvenes y a los chicos a estar atentos a si el Señor os invita a un don más grande, en el camino del Sacerdocio ministerial, y a hacerse disponibles a acoger con generosidad y entusiasmo este signo de especial predilección, emprendiendo con un sacerdote, con el director espiritual el necesario camino de discernimiento. ¡No tengáis miedo, vosotros, queridos jóvenes y queridas jóvenes, si el Señor os llama a la vida religiosa, monástica, misionera o de especial consagración: Él sabe dar gozo profundo a quien responde con valor!

Invito, además, a cuantos sienten la llamada al matrimonio a acogerla con fe, empeñándose a poner bases sólidas para vivir un amor grande, fiel y abierto al don de la vida, que es riqueza y gracia para la sociedad y para la Iglesia. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, os acompañe con su protección. Os aseguro mi recuerdo en la oración y os bendigo con gran afecto. (Benedictus PP. XVI)



Este relato expresa de manera eficaz la gran atención de Jesús hacia los jóvenes, hacia vosotros, hacia vuestras expectativas, vuestras esperanzas, y muestra qué grande es su deseo de encontraros personalmente y de abrir un diálogo con cada uno de vosotros. Cristo, de hecho, interrumpe su camino para responder a la pregunta de su interlocutor, manifestando plena disponibilidad hacia ese joven, que estaba movido por un ardiente deseo de hablar con el “Maestro bueno”, para aprender de Él a recorrer el camino de la vida. Con este pasaje evangélico, mi Predecesor quería exhortar a cada uno de vosotros a “desarrollar su propio coloquio con Cristo – un coloquio que es de fundamental importancia y esencial para un joven" (Carta a los jóvenes, n. 2).

Puedes rezar también esta oración:

Oración por las vocaciones

Padre, haz que surja entre los cristianos numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, que mantengan viva la fe, y conserven la grata memoria de tu Hijo Jesús mediante la predicación de su palabra y la administración de los Sacramentos con los que renuevas continuamente a tus fieles.

Danos santos ministros del altar, que sean solícitos y fervorosos custodios de la Eucaristía, Sacramento del Don supremo de Cristo para la redención del mundo. Llama a ministros de misericordia que, mediante el sacramento de la Reconciliación, derramen el gozo de tu perdón.

Padre, haz que la Iglesia acoja con alegría las numerosas inspiraciones del Espíritu de tu Hijo y, dócil a sus enseñanzas fomente vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. Fortalece a los obispos, sacerdotes, diáconos, a los consagrados y a todos los bautizados en Cristo para que cumplan fielmente su misión al servicio del Evangelio. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.


Canto (Pescador de hombres)

PETICIONES

Oren hermanos a Dios, nuestro Padre que por medio de su Hijo, Jesucristo, nos ha dicho pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies y digamos: Danos pastores según tu corazón

1. Pidamos a Jesús, presente en la Eucaristía; que bendiga a su Iglesia Santa y Católica, para que le conceda la paz y la unidad.

Roguemos al Señor Todos: Danos pastores según tu corazón

2. Pidamos a Jesús, Sumo y eterno Sacerdote; que Santifique al Papa Benedicto XVII, a nuestro Arzobispo de (Trujillo ) a todos los obispos, sacerdotes, diáconos y seminarista en este año sacerdotal.

Roguemos al Señor Todos: Danos pastores según tu corazón

3. Pidamos a Jesús, Amor de los Amores, por los cristianos que viven tristes y sin ilusión para que todos descubran que el mensaje de Cristo es una proposición de vida, de amor, de alegría y de esperanza.

Roguemos al Señor Todos: Danos pastores según tu corazón

4. Pidamos a Jesús, Buen Pastor; que siembre en los corazones de muchos jóvenes, la llamada a la vocación sacerdotal, de modo especial entre nosotros.

Roguemos al Señor Todos: Danos pastores según tu corazón


Sacerdote: Señor Dios, Padre Nuestro, te damos gracias por los sacerdotes, que son un regalo y un signo de tu amor.

Ellos nos manifiestan tu corazón bueno y rico en misericordia, nos ofrecen la salvación de Jesús y nos ayudan a vivir en el Espíritu Santo.

Concédenos pastores según tu corazón, bendice a los seminaristas, y haz que no falten en la Iglesia niños y jóvenes que sigan la vocación sacerdotal.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Canto (Tantum Ergo)

Bendición

Canto de salida (Tú reinarás)

SAGRADO CORAZÓN DE JESUS EN TI CONFÍO.


AMADO SEA EN TODAS PARTES EL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS.

POR SIEMPRE.
 

 

 

 

 





 

 

 

 



 



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