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El Sagrado Corazón de Jesús: Libro del P. Julio Chevalier MSC - Resumen

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 Nota: En esta página ofrecemos resúmenes de TODOS los capítulos del libro del Fundador de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón. Al final del resumen de cada capítulo encontrará los enlaces que le llevan directamente al tema que le puede interesar.

 

 

Sea amado en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús

 

 

LIBRO PRIMERO
 E L CORAZÓN DE JESÚS, ESTUDIADO EN EL PLAN DIVINO
 CAPITULO PRIMERO

 Los orígenes de la Devoción al Sagrado Corazón

 I. Dios es todo amor.- Desde toda la eternidad, formó el designio de darnos el Tesoro de su Corazón, o mejor aún su propio Corazón, es decir su Verbo.- En la sustancia de Dios, hay una parte íntima, que se llama el Corazón de Dios.- Esta parte íntima, Dios el Padre la comunica al Hijo y al Espíritu Santo.- Es allí, en este Corazón de Dios, que están reunidas todas las perfecciones divinas, es allí que reside la fuente de la gracia, la fuente de todo bien.- Y este Corazón de Jesús, es el Verbo Eterno, el Verbo que se encarnó y nos dijo: ¡He aquí este Corazón, que tanto ha amado a los hombres! ¡Cuánta luz arroja este Misterio sobre la Devoción al Sagrado Corazón!- El Cristo viviente en todos los siglos, atrajo la mirada de los Profetas, de los Patriarcas y de los justos de la antigua ley, sobre su divino Corazón, por medio de revelaciones especiales o por alegorías.- El objeto primario o espiritual de la devoción al Sagrado Corazón, está contenido en los Libros Santos.- Lo mismo en lo relativo al objeto sensible o material.- El Libro de los Salmos y los Profetas nos revelan en cada página, esta doble verdad        

 II. No es sólo en figura sino en realidad que el Corazón del Verbo Encamado se va a manifestar. Palpita ya en el establo, y traduce de mil maneras sus sentimientos, durante los treinta y tres años que vivió en la tierra.- El apóstol san Juan, la lanza del soldado y el apóstol santo Tomás,, manifiestan esta verdad                               

 III. He aquí el primer esbozo de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús; a lo largo de los siglos, lo veremos en seguida, esta devoción, se fue configurando cada vez mas.- Si los Apóstoles no escribieron nada sobre el Corazón del Salvador, no fue porque les faltaran luces o inspiración; el Espíritu Santo les había enseñado toda cosa, pero la prudencia les guiaba.- Seguramente hablaron a los fieles de ese Corazón adorable y de los tesoros de gracias que encierra; la tradición nos lo asegura.- Los primeros Padres de la Iglesia, hablan frecuentemente de la llaga del costado del Salvador, y atribuyen a ella efectos maravillosos que sólo su Corazón puede producir                             

I. En el Antiguo Testamento

II. En el Nuevo Testamento

III. Los Padres de la Iglesia

Notas al primer capítulo

 

 CAPITULO II

 Más sobre los orígenes de la devoción al Sagrado Corazón (continuación)

 I. Se abre un nuevo período con san Anselmo de Canterbury.- Ya no es a la llaga a la que se dirigen, sino al Corazón de Jesús. Magníficos pasajes de Ricardo de San-Víctor, de san Bernardo, de san Antonio de Padua, de san Buenaventura, de santo Tomás de Aquino, de san Vicente Ferrer y otros  

   II. Las mujeres que se santificaron en el mundo o en el claustro, nos aportan también el testimonio de su fe y de su amor hacia el Sagrado Corazón de Jesús.- Santa Clara, abre esta gloriosa serie; vienen después santa Margarita de Cortona, santa Matilde de Saxo, santa Ángela de Foligno, santa Matilde de Hockborn, santa Gertrudis cuyos acentos son tan bellos y las palabras tan conmovedoras, santa Lutgarda, santa Catalina de Siena que ejerció una influencia tan grande en el siglo 14o., santa Francisca Romana, santa Catalina de Bolonia, santa María de la Encarnación y santa Juana de Chantal                        

 III. La nueva fase de la devoción al Sagrado Corazón, se va abrir. - Hasta ahora, esta devoción, se había mantenido en los límites del culto privado; ha llegado la hora de que se rinda al Sagrado Corazón un homenaje solemne y público.- El cielo se sirve del P. Eudes y de la bienaventurada Margarita María.- San Juan Eudes, entra primero en la Congregación del Oratorio, pero advirtiendo que el veneno del jansenismo, comenzaba a infectarlo, salió para fundar una sociedad consagrada a los Sagrados Corazones de Jesús y María.- Compuso oficios especiales y estableció cofradías en su honor, y obtuvo la aprobación de la Santa Sede en 1674.- Elogio al P. Eudes, por el cardenal Pitra.- El P. Eudes inaugura el culto público de la devoción al Sagrado Corazón, pero santa Margarita María contribuyó mucho a su desarrollo.- Principales rasgos de la vida de la Santa.- A pesar de la mayor oposición, llevó a término los deseos de Jesucristo, con la ayuda del venerable P. de la Colombiére y del P. Croiset.- Roma, no creyendo llegada la hora, rechaza una primera memoria, que pretendía obtener el culto al Sagrado Corazón en la Iglesia Universal.- El cardenal de Janson, apoyado por la reina de Inglaterra, obtiene para el Monasterio de la Visitación, la misa de las Cinco Llagas, para la fiesta del Sagrado Corazón.- Prodigiosa extensión de la Devoción al Sagrado Corazón.- Mons. de Belzunce, obispo de Cracovia y el rey de España, piden a la Santa Sede, con el P. de Gallifet, la solemne aprobación de la devoción al Sagrado Corazón con una misa propia.- La petición, es de nuevo rechazada el 30 de julio 1729.- La causa, emprendida de nuevo bajo Clemente XIII, es aceptada en 1765....

 IV. El infierno se desencadena con violencia contra la devoción al Sagrado Corazón.- El protestantismo ataca sin vacilación, y el jansenismo le dedica un odio implacable.- Triste influencia del jansenismo sobre los acontecimientos de la gran Revolución, donde se castiga con la pena capital a los devotos del Sagrado Corazón.- Sínodo de Pistoia.- Condenación de este Sínodo.- Bula de Pío VI Auctorem Fidei aprobando sin reserva la devoción al Sagrado Corazón en 1794         

 V. Esta definición da un nuevo florecimiento a la devoción.- Se fundan congregaciones y cofradías en su honor, en todas partes. - Francia, como siempre, en el lugar de honor.- Todos los obispos, reunidos en París en 1856, en la ocasión del bautismo del Príncipe Imperial, dirigen a la Santa Sede, por intermedio del Nuncio apostólico, una súplica con el fin de obtener que la fiesta del Sagrado Corazón, se extienda al mundo entero y forme parte integrante de la liturgia católica. Este favor fue otorgado por Pío IX, el 23 de agosto, 1856.- La beatificación de la bienaventurada Margarita María, que tuvo lugar en 1864, dio un nuevo impulso a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.- Esta devoción pedía una congregación especial de misioneros, encargados de difundirla; esta Sociedad, fundada por Pío IX, de la que tomó el mismo el título de Superior particular, fue aprobada por él mismo el 12 de junio de 1874                                            

 VI. La coronación del culto rendido al divino Corazón de Jesús, es la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón.- Es Pío IX que la inauguró y León XIII que la elevó a la dignidad de Archicofradía universal y la colmó de privilegios.- Este gran Papa, consideró la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón. como el complemento natural de la devoción al Sagrado Corazón. de Jesús. En efecto, en esta devoción, María está considerada como la dispensadora oficial de las gracias encerradas en el Corazón de su divino Hijo y la Tesorera de sus divinas riquezas.- Esta verdad capital, tiene sus figuras y su desarrollo en el Antiguo Testamento.- Se realiza durante la vida del Salvador, en Cana, por ejemplo.- Los primeros fieles, tenían una confianza ilimitada en el poder de María sobre el Corazón de su Hijo.- Una estatua, atribuida a san Lucas y conservada en Oropa, célebre santuario de Italia, trae esta verdad, basta una sorprendente evidencia                                    

 VII. Desde los apóstoles, todos los siglos posteriores han seguido proclamando esta doctrina.- La tradición nunca se ha interrumpido sobre este punto.- Lo que la Iglesia dice hoy sobre el poder de la Madre de Dios, lo han enseñado constantemente tanto los Padres, como los doctores de la Iglesia.- San Efrén, san Pedro Damián, san Pedro Celestino, san Bernardo y tantos otros, tienen páginas sublimes sobre este tema.- Visión de santa Gertrudis, donde Nuestro Señor ofrece a su Madre su Corazón adorable, para que Ella extraiga las gracias que contiene, para todos sus hijos.- Otra revelación, relativa a este sujeto. - Santa Matilde enseña lo mismo.- En los siglos 14o. y 15o., dos cartujos sobre todo exaltaron el poder de María sobre el Corazón de Jesús. - La bienaventurada Margarita María, la conjura para que use a favor suyo del poder que Ella tiene sobre el amable Corazón de su Hijo.- Un siglo más tarde, San Alfonso M. de Ligorio, se dirigía a María, diciendo:

 "Oh Madre, Vos obtenéis todo lo que queréis del Corazón de vuestro divino Hijo"       

  VIII. La pintura rinde también testimonio al poder de María sobre el Corazón de Jesús.- La célebre Virgen de Requemare, en la diócesis de Nimes, donde está representada teniendo en la mano izquierda el Corazón de Jesús.- Cuadro realizado en Marsella, por Mons. de Belzunce, donde la Virgen Santísima está representada rogando al Corazón de Jesús por la ciudad, para obtener el cese de la peste. Otro cuadro, donde se ve al Sagrado Corazón concentrando sus gracias sobre María, que las distribuye en seguida a todos los pueblos de la tierra. Las cinco partes del mundo, están representadas de una forma sobrecogedora.- Pío IX había establecido una fiesta en honor del Sagrado Corazón y había fijado la fecha. León XIII concede una misa en su honor, con oficio propio, con el rito doble de primera clase        

 I. Los escolásticos y los teólogos

II. Santas que han hablado del Sagrado Corazón

III. El Sagrado Corazón en los tiempos modernos

IV. Conatos del infierno contra el Sagrado Corazón

V. Triunfo del Sagrado Corazón

VI. Coronación de la Devoción al Sagrado Corazón

VII. Nuestra Señora del Sagrado Corazón

VIII. Tipos diversos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

NOTAS AL CAPITULO SEGUNDO DEL PRIMER LIBRO,,,,   

 

 CAPITULO III

 El Corazón de Jesús, centro de todo

 I. El Dios creador tiene como finalidad: su gloria; y esta gloria es que las criaturas se le asemejen, es decir, que le conozcan, y que este conocimiento produzca amor. Así, los espíritus son creados, para que sean religiosos, y la materia, para ayudarles en su religión.- El hombre resume en sí mismo, a la creación inferior, la cual se encuentra así, por el alma humana, asociada al amor y al culto de los espíritus.- Desarrollos de Mons. Gay y del P. Ventura.- Dignidad de nuestro cuerpo, por el que llega a Dios el homenaje del mundo inferior.- El hombre ha recibido el ser para conocer y amar a su autor, y asociar a su culto todos los seres inferiores.- El amor, tiene un órgano especial, el corazón.- Todo por el corazón, centro del hombre, quien es el centro del mundo.- Amaréis al Señor, con todo vuestro corazón.- El corazón es un altar.- El don supremo del hombre, es su amor, es su corazón.- Tenemos al Corazón de Dios, el quiere tener el nuestro.- Por el hombre, la creación; la creación es una.- Gracias a su doble naturaleza, sólo hay un mundo.- Magnífica unidad... pero unidad finita... ¿Y que es el finito, delante del infinito?                                        

 II. Mereciendo Dios una gloria infinita, todos los seres y todos los mundos son impotentes de proporcionársela, ¿qué hacer? La respuesta es: ¡Jesucristo!- La vida humana de Jesús, resume como la nuestra, todo el mundo inferior.- Ciencia perfecta que tiene el alma de Nuestro Señor de lo que pasa en ella o en su cuerpo, y lo que ella ve, lo quiere también. No hay nada de inconsciente en esta vida.- Tenemos pues en Jesús a la creación resumida, sumergida en una luz sin sombras... y esta criatura y esta creación, eso es Dios.- Así en Jesús, el mundo entero participa en la vida divina.- Por lo tanto, en Jesús no hay un solo acto, ni una gota de sangre, ni una fibra, ni un latido de su Corazón, que no sea divino, que no tenga un valor infinito.- Brevemente, todo en Jesús es adoración infinita.- Dios, en Jesús, es adorado por un Dios. - También es Dios manifestado, Dios revelado.- El revela su poder    

 III. Realmente, en Jesús: 1o.) El Creador y la criatura, no son más que uno; 2o.) La naturaleza humana no tiene sustancia propia, ni subsistencia propia.- Su sabiduría, puesto que adorando como hombre, adora infinitamente a Dios, siendo la Majestad divina. Su bondad, pues el bien que nos da la Encarnación, es Dios, es su Corazón, y este bien infinito nos es dado infinitamente; y es, además, absolutamente gratuito.- Jesús es el don absolutamente gratuito e infinito del Bien infinito, la Eucaristía universal, el Éxtasis permanente de la creación toda entera        

 

I. Plan de Dios en la Creación

II. El verbo Encarnado da a Dios una gloria infinita

III. Jesucristo es la obra maestra de Dios

NOTAS AL CAPITULO TERCERO, DEL LIBRO PRIMERO


 

                                            

 

 CAPITULO IV

 El Corazón de Jesús, centro de todo  (continuación)

 I. En Jesús, Hombre-Dios, el Corazón es el centro, el resumen, el todo de su vida humana, por su influencia en todas las vidas que le componen.- Al principio, la finalidad del Sagrado Corazón fue la de ser, entre las manos del Verbo, el órgano principal de esta vida humana, presente en todas las partes de Jesús en el mismo momento.- El Sagrado Corazón de Jesús, ¿es el primer motor de su vida?- ¿En qué sentido es el punto de encuentro de las dos vidas de Jesús?. - Comparación de la esfera, que es perfectamente una, gracias a su centro.- En Jesús, como un punto central, está su Corazón.... Es su Corazón que es el principio y el altar de su adoración hacia la divina Majestad de su Padre.- Es el Santuario de la divina caridad, el órgano de acción de las gracias.- El Sagrado Corazón, última palabra de todo.- Y es María, que lo ha dado al mundo, al cielo y a Dios              

 II. Definición de la gracia.- Intimidad de la unión que establece entre Dios Nuestro Padre, y nosotros, sus hijos adoptivos. Misterio de nuestra deificación, fundada sobre las palabras de Nuestro Señor, del gran Apóstol.- Comentarios de Mons. Gay, de Cornelio a Lápide, de san Basilio.- Hombres por naturaleza, somos Dios por la gracia.- Jesús es la vid, nosotros somos sarmientos: entre El y nosotros, hay una misteriosa y profunda ley de vida.- Admirable unidad del plan divino. - Jesús deifica en su alma todos los seres espirituales, en su cuerpo todos los seres materiales y por la gracia todas las personas que lo quieran. Y la gracia está sobre todo en su Corazón. ¿Por qué? Fuente de nuestra vida sobrenatural, el Sagrado Corazón es también el Corazón de la Iglesia y de cada uno de sus miembros                             

 III. Necesitamos de Dios.- Hay en nosotros un deseo íntimo, profundo, invencible, de ser distinguidos, de ser nosotros, de ser para Dios lo que ningún otro será.- De otra parte, tenemos la voluntad de Dios de no hacer dos criaturas absolutamente semejantes.- ¿Cómo se realizarán estos dos deseos correspondientes? Por la gracia.- Es la gracia, que recibida por cada uno de una manera especial, en una medida propia y personal, hace de cada alma un ser aparte.- Así, cada uno recibirá un nombre propio, que dirá eternamente quién es.- Palabras de Mons. Gay.- Autoridad de san Pablo, estableciendo esta diversidad de gracias, esta variedad de favores divinos.- En el cuerpo de Cristo, nosotros somos tal miembro particular, tal órgano, tal fibra y no tal otra. Y, ¿cuál es la fuente, el principio de esta vida tan diversificada de los miembros del cuerpo de Cristo? ¡El Corazón!- Comparación sacada de nuestra vida corporal.- Del Corazón de Jesús recibimos, con la gracia y la gloria, nuestra fisonomía especial, nuestra misión personal de cara a la eternidad.- Gratia Dei sum id quod sum!  

I. El Corazón es en Jesús el principio de la vida

II. El Corazón de Jesús es el Corazón de la Iglesia

III. El Corazón de Jesús, fuente de toda prerrogativa sobrenatural

NOTAS AL CAPITULO CUARTO DEL LIBRO PRIMERO

 

 

LIBRO SEGUNDO

 EL CORAZÓN DE JESÚS, ESTUDIADO EN SI MISMO

 CAPITULO PRIMERO

 El Sagrado Corazón de Jesús y la Filosofía

 I. Desde hace dos siglos se viene preguntando lo que es el Sagrado Corazón y desde hace dos siglos la respuesta a esta cuestión ha quedado sin la respuesta suficiente.- Dos sustancias componen al hombre: el espíritu y la materia.- El hombre se convierte entonces en el compendio de la creación.- Su alma tiene dos facultades principales, la inteligencia y la voluntad; y su cuerpo tiene dos órganos principales, correspondientes a esas facultades: el cerebro y el corazón.- He aquí el sujeto del estudio inmediato        

I. ¿Qué es el Corazón de Jesús?

II. El corazón es el todo del hombre

NOTAS AL CAPITULO PRIMERO, DEL LIBRO II

                      

 CAPITULO II

 El Sagrado Corazón y la Teología, I

 Jesucristo posee como nosotros unas facultades orgánicas y otras intelectuales.- No diremos nada aquí de su inteligencia divina, de su ciencia beatífica; hablaremos solamente de su ciencia adquirida.

 I. Esta ciencia, según santo Tomás, es susceptible de progreso.- El alma de Cristo, no recibió su conocimiento solamente de la ciencia infusa, sino también de la ciencia experimental y progresiva.- Por el lado menos elevado, la inteligencia humana de Cristo, dependía de los órganos, de los sentidos y de las disposiciones de la naturaleza; su imaginación por ejemplo, no llegó a ejercitarse, hasta que no dispuso de un órgano suficientemente desarrollado.- Es en este sentido que los Libros Santos dicen que crecía en edad y sabiduría                    

 II. Si Jesucristo como Dios, poseía una voluntad divina, como hombre, según santo Tomás, tenía la voluntad de la sensibilidad, como la llama este gran doctor.- El bien y el mal sensibles, produjeron evidentemente en El sus efectos naturales. La alegría y el dolor, invadían su alma; pero todos estos movimientos, estaban subordinados a su divina voluntad.- Estos movimientos tenía el Corazón de Jesús por principio. . .

 III. El Corazón de Jesús, es el principio de su vida natural.- Es bajo la influencia de sus latidos, que no cesaron nunca, que el cuerpo de Cristo obtuvo su crecimiento normal y progresivo.- Es bajo el impulso de su amor, que Jesús recorrió la Judea haciendo bien.- Este divino Corazón se convierte para Jesús, en el símbolo y órgano de su voluntad.- Es el principio de todos los movimientos que le impulsaban hacia los hombres.- La virtud es el resultado de la voluntad iluminada por la inteligencia; y la sede de la virtud se encuentra en las potencias sensitivas, que tienen el corazón, como principio.- Así, el Corazón de Jesús es realmente la sede de las afecciones de Nuestro Señor y expresa enteramente a nuestro adorable Salvador                           

 IV. El Corazón de Jesús, es todo el Jesús.- Palabras admirables del Cardenal Pie y de Mons. Baudry.- El culto al Sagrado Corazón, es la quintaesencia del cristianismo, el compendio y el resumen substancial de toda la religión                                       

 V. María merece un tributo de agradecimiento.- Como Madre tiene derecho a un respeto y en cierta manera, a la obediencia de su divino Hijo.- Su ruego, es una especie de mandato.- El poder que ella ejerce sobre Jesús, lo ejerce también sobre su Corazón adorable.- He aquí porqué nosotros también debemos recurrir a su poder maternal de intercesión  

 I. Ciencia experimental y progresiva de Jesucristo

II. Jesús era accesible a las impresiones sensibles

III. El Sagrado Corazón de Jesús es la sede donde se manifiesta su amor sensible

IV. El Corazón de Jesús, es todo Jesús

V. Legitimidad del título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

NOTAS AL CAPITULO SEGUNDO, DEL LIBRO II
                                    

 

 CAPITULO III

 El Sagrado Corazón de Jesús y la Teología, II

 I. La ciencia dice: la sangre es el principio material de la vida, y el corazón, el motor de todo el organismo humano.- ¿Y de quién recibe el mismo corazón el movimiento inicial? De Dios.- El corazón es el primer órgano que recibe la vida, el último en cesar de vivir.- Opinión de Aristóteles, de santo Tomás y de la fisiología contemporánea por este órgano según Haller, Claude Bernard, Lemercier y Béclard         

 II. El Verbo eterno quiso recibir de su Madre un Corazón semejante al nuestro, tesoro de sus gracias, horno de su vida física.- De ese Corazón traspasado en el Calvario, nacieron los grandes.

 III. La caridad eterna está recluida en un corazón humano, formado con la sangre de una Virgen.- El Cristo es el Corazón de Dios, para amarnos.

 IV. Si Dios se extiende hacia afuera, no puede entenderse sino por la inspiración de su caridad.- Si esta caridad se decide a operar, lo hace por el Verbo.- Y el Verbo se encarna, nos rescata, muere por amor; su ley y su vida son una ley y una vida de amor.- Este amor, en toda su extensión, este es el objeto formal de la devoción al Sagrado Corazón, según la Sagrada Congregación de Ritos.- Naturaleza del culto a este Corazón adorable, según el cardenal Pie                       

 V. El Corazón de carne unido a la persona adorable del Verbo Encarnado, tal es el Objeto material, de nuestro culto.- ¿Por qué deseando glorificar su Amor, Jesucristo escogió su Corazón?- Ese Corazón es el símbolo del amor de Nuestro Señor para con nosotros.- Lo que demuestran las palabras de Nuestro Señor, las de los Doctores, el lenguaje de todos los pueblos y la ciencia moderna                     

 VI. Que el corazón sea la sede de la caridad, es que lo prueban abundantemente, el lenguaje de todos los pueblos, y mil pasajes de los Libros Santos.- Pero el corazón, ¿se le toma a veces por el alma? Respuesta a esta dificultad.- Prueba sacada de las expresiones de las que se sirvió Nuestro Señor durante las revelaciones a la bienaventurada Margarita María.- He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres. Sentido exacto de estas palabras.- No es el cerebro el órgano de las afecciones.- Conducta de Lambertini, más tarde Benedicto XIV, con ocasión de la petición dirigida a la Santa Sede, por el rey de Polonia, relativa a un oficio y a una misa propias en honor del Sagrado Corazón. - En la práctica, la Iglesia mira al Corazón de Jesús como el órgano de las afecciones del Hombre-Dios la sede de sus virtudes, el crisol de su amor. - Confirmación de esta doctrina por los fenómenos observados en algunos santos.- Sudor de sangre de Nuestro Señor, en Getsemaní.- Pío IX en un documento célebre, llama al Corazón de Jesús: Sede de la Divina Caridad.- Así pues, las operaciones intelectuales y las operaciones afectivas, se refieren: las primeras al cerebro, y las otras al corazón.

I. En el Corazón de Jesús se encuentran todos los tesoros de la Divinidad

II. El Corazón de Jesús dio la vida a la Iglesia y a los Sacramentos

III. El Corazón de Jesús es el Corazón de Dios

IV.     La Devoción al Corazón de Jesús, es la devoción de las devociones

V. El Sagrado Corazón es el símbolo de la caridad divina

VI. El Corazón de Jesús es la sede de la Caridad sensible

NOTAS DEL CAPITULO TERCERO, DEL LIBRO SEGUNDO

 

 

 CAPITULO IV

 Excelencia del Sagrado Corazón de Jesús

 I. Resumen de las maravillas percibidas en el Corazón de Jesús. - Corazón de un Dios, abismo de perfecciones, sede y órgano de su amor, fuente de sacramentos, causa meritoria de la redención, parte eminentemente noble de la sagrada Humanidad del Salvador, principio de su vida natural, propulsor de la sangre que lavó nuestros pecados, sede de la Caridad infinita, de todas las virtudes, como también de dolores inexpresables, tal es el Sagrado Corazón, donde todo es incomprensible, puesto que es el Corazón de un Dios.- Es María que lo formó de su propia sangre, y es allí que ella consigue, de donde obtiene todas las gracias que reparte entre nosotros.- Bendita seas Nuestra Señora del Sagrado Corazón!  

 II. Atribuimos gran importancia el demostrar que el Sagrado Corazón de Jesús, es verdaderamente la sede del amor.- Razón de esta importancia.- Influencia desastrosa de la filosofía de Descartes.- Esta filosofía rehúsa al corazón cualquier injerencia en la virtud.- Según él, el hombre no podría ser virtuoso sin la ciencia.- La doctrina cartesiana hace del cerebro el centro de las afecciones.- Los partidarios de esta doctrina, protestan contra la devoción al Sagrado Corazón, que afirman lo contrario.- Hicieron rechazar la proposición de los obispos y fieles piadosos que pedían a la Santa Sede la aprobación de esta devoción y causaron el retardo en la beatificación de la bienaventurada Margarita-María.- ¿Por qué se realizó durante el Pontificado de Benedicto XV (1914-1922). Más tarde Pío XI, puso su fiesta en el calendario universal)  

 

I. Excelencia del Corazón de Jesús

II. Conclusión

N
OTAS DEL CAPITULO CUARTO DEL LIBRO II

 

 

                                                

 CAPITULO V

 El Sagrado Corazón de Jesús y la Mística Divina

 I. La Mística Divina, o la ciencia de las operaciones de Dios en las almas, nos revela unos efectos tan extraños como ciertos.- Estos fenómenos tienen su sede en el alma y su contragolpe en el corazón, que deja entrever a veces presencia, por la vivacidad y la variedad de sus movimientos

 II. La herida hecha en el corazón de san Francisco de Asís, de santa Magdalena de Pazis.- Desgarrón en el corazón de Ida de Lovaina.- La bienaventurada Reconigi, deja durante 55 días su corazón en manos de la Sabiduría eterna, que se lo devuelve más bello, más puro que nunca. - Prodigio más sorprendente aún, en el corazón de santa Catalina de Siena, de santa Margarita María, de santa Lutgarda, de san Miguel de los Santos                                                

 III. Estos hechos demuestran que el corazón participa estrechamente en las operaciones afectivas, de las que es la sede.- Influencia que sobre el amor tiene un corazón en buen o mal estado.- Autoridad del autor de la Mística Divina                               

 IV. ¿Cómo vivir cuando un corazón ha sido sustraído, perforado o cambiado?- ¿La santa Humanidad de Jesús, puede ser ella desposeída de su propio Corazón? ¿Como el Corazón físico del Salvador puede, sin cesar de pertenecerle, convertirse en el corazón de otro, o de varias personas a la vez? Explicación de Benedicto XIV.- Todos los prodigios observados en el Corazón de los santos, son otras tantas pruebas en apoyo de nuestra tesis.- Suponer al corazón insensible a las afecciones sensibles, no tendría ningún sentido y permanecería inexplicable     

I. Importancia de la Mística en esta cuestión

II. El Corazón de Jesús y el corazón de los Santos

III. Estos hechos demuestran que el Corazón es la sede del Amor

IV. Explicación de estos misterios de amor

NOTAS AL CAPITULO CUARTO, DEL LIBRO SEGUNDO

 

 

 CAPITULO VI

 La sangre del Corazón de Jesús

 El corazón, su cometido.- Su formación.- Qué decir de la Sangre  

 I. Naturaleza de la sangre humana.- La vida de la sangre.- La ciencia de las armonías es la inteligencia del simbolismo de la naturaleza. - El cuerpo, imagen del alma; el alma, imagen de Dios.- Maravillosa armonía entre nuestras facultades y sus órganos correspondientes, según santo Tomás.- Relaciones que unen todas las vidas según Mons. Baudry.- Leibniz afirma que hay algo en el alma, que responde a la circulación de la sangre.- Virtudes del Corazón de Jesús, simbolizadas en algunos elementos de la sangre                              

 II. La sangre evoca la idea de entrega, abnegación y sacrificio. - Valor infinito de la sangre divina y de cada gota de esta sangre.- Maravillosos efectos de esta sangre, según testifica san Juan Crisóstomo, igual que san Gregorio Magno y san León.- Fue el principio y la fuente de la vida humana del Salvador                             

 III. Es al Corazón de Jesús, que la sangre del Redentor debe su formación, su conservación y su efusión física.- Nueva efusión sobre el altar, de donde pasa a nuestras almas.- Y es el Corazón de Jesús, que es su fuente y origen, fuente que guarda en el cielo, pero en un estado más perfecto que sobre la tierra, todas sus propiedades               

 IV. Este corazón fue formado de la sangre de la Santísima Virgen. - Es en el seno de la Virgen que obtuvo todos sus elementos.- Es también a la Virgen, que Jesús hizo entrega de todos sus méritos, al pie de la cruz.- Herida hecha por la lanza del soldado, en el Corazón de Jesús.- Misterios significados por la sangre y el agua, que brotaron del costado traspasado del Salvador.- Dicen que María recogió en un vaso esa sangre y esa agua; fue ella también, que habiéndolos recibido un día, tiene el privilegio de distribuirlos a sus hijos.                

I. La sangre en la vida humana

II. La sangre, símbolo de la remisión de los pecados

III. La sangre de Cristo procede de su corazón

IV. Méritos de la sangre de Jesucristo y Misterios que revela

NOTAS DEL CAPITULO SEXTO, DEL SEGUNDO LIBRO

 

 

 LIBRO TERCERO

 EL CORAZÓN DE JESÚS, ESTUDIADO EN SU AMOR

 

 CAPITULO PRIMERO

 El Sagrado Corazón y la Eucaristía

 I. Deseo de Nuestro Señor, de quedarse en la Eucaristía con los hombres.- Realización de este deseo en la Eucaristía            

 II. Figura de la Eucaristía: el árbol de la vida, el sacrificio de Melquisedec, el maná, el pan de la proposición, el Cordero Pascual, las bodas de Cana, la multiplicación de los panes                     

 III. Promesas de la Eucaristía, después de la multiplicación de los panes 

 IV. Institución de la Eucaristía. Milagros que contiene: presencia multiplicada, sacrificio reproducido y continuado a través de los siglos                                                 

 V. La Eucaristía es el resumen de todas las maravillas operadas por Jesucristo

I.    Motivos de la Institución de la Sagrada Eucaristía

II.    Figuras de la Sagrada Eucaristía

III.    Promesas de la Sagrada Eucaristía

IV.   Institución de la Sagrada Eucaristía

V.      La Eucaristía es el memorial de todas las maravillas obradas por Jesucristo


NOTAS DEL CAPITULO PRIMERO DEL LIBRO TERCERO

 

 CAPITULO II

 La Reparación

 I. "Reparemos los ultrajes que se hacen a su amor". Así hablaban santa Magdalena de Nazis y san Francisco de Asís.- La humanidad culpable y arrepentida, siente que sus expiaciones son insuficientes.- A una Majestad infinita, se le debe una reparación infinita; es Jesús que la ofreció en persona en el Calvario; que la ofrece cada día sobre nuestros altares y en el Tabernáculo.- Ingratitud de los hombres con relación a la Eucaristía, que es la expresión suprema de su amor inmenso. - Jesús se queja de esta ingratitud a santa Margarita María.- ¿Cómo puede Jesucristo decir que le hacemos sufrir?                     

 II. ¿Qué es el pecado? ¡Una rebelión, una locura, una injuria! ¿Acaso Dios puede mostrarse indiferente?- ¿Cómo es que al pecado se le llama deicidio?- Si Jesús fuera aún pasible, el pecado le haría sufrir, triste efecto que Nuestro Señor hace sensible, mostrando a los hombres su Corazón sangrante, su cuerpo cubierto de heridas.- En el Calvario, el pecado crucificó al Hijo de Dios; y como para Dios todo es presente, esta muerte está siempre presente ante sus ojos.- Y nos lo dice: se muestra actualmente expuesto a los mismos ultrajes, que en tiempo de su pasión; lenguaje y manifestaciones llenas de verdad. ¿Cómo?- Pide para su Corazón un culto de reparación                           

 III. En qué consiste esta reparación.- Enumeración y breve" explicación de sus principales actos: el conocimiento, la adoración, el amor, la satisfacción, la oración, la alabanza, la compasión, la acción de gracias, la imitación, la unión con Jesús, el celo por su gloria y la salvación de las almas.- Valor que obtienen nuestras reparaciones de nuestra unión con Dios, por la gracia, y del Sagrado Corazón, nuestro divino suplemento.- Cómo Jesús es el Reparador por excelencia de la gloria de la Santísima Trinidad; y María es la Reparadora por excelencia de los ultrajes hechos al Sagrado Corazón de Jesús.- Razones múltiples de la excelencia de nuestra reparación.- Ejemplo de este poder de reparación                                                  

I. Necesidad de la reparación

II. Los sufrimientos místicos del Corazón de Jesús

III. Caracteres y efectos de la Reparación

NOTAS DEL CAPITULO SEGUNDO DEL LIBRO TERCERO

 

 

 CAPITULO III

 El Sagrado Corazón de Jesús, remedio de los males de la Sociedad

 I. El mundo moderno perecerá si no se convierte.- La impiedad se desborda.- Formas diversas del mal, o matices de Liberalismo, más funesto a la Iglesia, que una impiedad declarada.- El Liberalismo es tan funesto a la religión y a las almas que a la sociedad.- El único remedio a este gran mal es el Sagrado Corazón de Jesús             

 II. Promesa dada al mundo que envejece por Nuestro Señor mismo, el Sagrado Corazón ha dado a nuestro siglo esta promesa suprema como último esfuerzo de su divino amor.- Es para ser perfectamente amado, que el Hijo de Dios ha entregado su Corazón.- Esperanza de la Iglesia y de la sociedad: este Corazón, curará todos los males. Palabras de Pío IX... La vista de este Corazón sangrante eminentemente puro y limpio, así como la devoción de la que es signo visible, ha despertado en las almas el amor hacia Nuestro Señor, principalmente en el misterio de su Pasión y del Santísimo Sacramento del altar.- Ninguna devoción es más apropiada a las necesidades de la sociedad moderna, dicen los Padres de los Concilios de Baltimore, de Reims, de Bourges.- Ella combate las pasiones del corazón humano, los errores del espíritu y sobre todo el liberalismo

  III. A los tres signos característicos del Liberalismo: el orgullo, el servilismo hacia el estado, el espíritu de división, el Corazón de Jesús opone su humildad, su obediencia y su inmensa caridad.- ¿Qué es lo que no ha hecho el Corazón de Jesús para unir los hombres a Dios, y a los hombres entre sí?- Esta unión no puede existir sino en la verdad. - La comunión de las almas en el amor, seguirá a la de los espíritus en la verdad.- Oración para la conversión de los liberales, aprobada por Pío IX.- La cooperación tan eficaz de María para la renovación de las sociedades por el Sagrado Corazón, está expresada por el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón                         

 IV. Actas de Pío IX, por las que designa al Corazón de Jesús como el remedio de todos nuestros males.- Bula de Beatificación de la bienaventurada Margarita-María.- Aprobaciones diversas de la Sociedad de Misioneros del Sagrado Corazón.- Deseo de consagrar la Iglesia al Sagrado Corazón. Suscripciones de fieles, adhesiones a la petición. Cartas de los Obispos. Carta del Arzobispo de Bourges.- Respuesta de Pío IX.- Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos; Acto de consagración al Sagrado Corazón, aprobado por ella                    

 V. Actos por los que León XIII continúa y corona la obra de Pío IX.- Aprobación de las Letanías del Sagrado Corazón, del mes del Sagrado Corazón, del Primer Viernes de Mes, de las cofradías y asociaciones en honor del Sagrado Corazón.- Consagración del Género Humano al Sagrado Corazón.- Carta-Encíclica a este sujeto. Fórmula de la Consagración.- Carta de la Sagrada Congregación de Ritos, sobre el desarrollo a efectuar, para dar un culto más ampliado al Sagrado Corazón                                               

I. La sociedad moderna perecerá si no vuelve a Jesucristo

II. El remedio de todos nuestros males está en el Sagrado Corazón de Jesús

III. La Devoción al Sagrado Corazón y el Liberalismo

IV. Pío IX designa al Corazón de Jesús como el remedio a los males que aquejan a la sociedad actual

NOTAS DEL CAPITULO TERCERO DEL LIBRO TERCERO

  

 CAPITULO IV

 El Sagrado Corazón y el Cielo - I

 I. Resumen de los capítulos precedentes.- El Sagrado Corazón es el Todo de Dios, su Sacramento viviente, y su verdadero Corazón, para amarnos.- Es por el Corazón de Jesús, que el amor de Dios ha desbordado sobre el mundo y se ha extendido hacia todos los hombres.- Es por la gracia, de la que el divino Corazón es la misma fuente, que Dios se comunica a cada uno de nosotros, en la vida presente.- Esta comunicación se continuará en el cielo por la gloria; pues la gracia, según dice santo Tomás, es el comienzo de la gloria y la gloria es la consumación de la gracia.- El cielo, he aquí el don supremo y postrero del Sagrado Corazón de Jesús 

 II. El Cielo no es solamente el objetivo final del amor del Sagrado Corazón, es también nuestro fin supremo, y no obstante tristemente apenas si este todo de nuestra vida, encuentra un lugar en nuestras vidas.- ¡Muchos se resignarían a quedarse por siempre en la tierra! Ignorancia de la dicha que nos está reservada en el Cielo.- La tierra es solo una sombra del Cielo.- Todas las alegrías razonables de la tierra, están donadas por Dios, para orientarnos hacia el Cielo.- Estando creados para el Cielo, aspiramos instintivamente a esta felicidad.- El Cielo es la obra por excelencia del amor infinito, es decir, del Corazón de Jesús, de la Caridad Encarnada, es por eso que allí todo será teología; es por la misma razón, que incluso aquí en la tierra, todo es teología aún aquí abajo.- La sociedad materialista y consumista de hoy, no quiere teologías.- Por esto, por falta de teología, se está muriendo.- Pero Jesús, restaurador de todas las cosas, ha preparado un remedio a este mal tan temible.- Es la devoción al Sagrado Corazón.- Esta devoción, en sí misma, es todo un mundo de teología                         

 III. Para entrever lo que es el Cielo, necesitamos nociones exactas sobre la naturaleza, sobre la gracia y sobre la gloria.- La naturaleza de un ser, es su semejanza con Dios, más o menos perfecta.- Cuánto más elevado sea este ser, más se parece a Dios.- La inteligencia del hombre, le hace conocer a Dios en las criaturas y su corazón le hace amar en sus obras; después, le glorifica con toda la creación.- Este es el orden natural.- ¡Cuán hermoso es el mundo considerado así!- Pero Dios quiere darse a todos los seres, según su capacidad.- ¿COMO? ¡Por la gracia!   Y este es el orden sobrenatural. Este orden tiene dos fases sucesivas; se llama gracia santificante, aquí, en el tiempo; y se llama gloria, ya en la eternidad                                             

 IV. Definición y naturaleza de la gracia.- Sus efectos maravillosos.- Es el Sagrado Corazón de Jesús que es su fuente.- Gratuidad de la gracia.- ¡Don precioso, infinito! Es para la gracia, que Dios creó la naturaleza                                            

 V. El hombre sin la gracia vive en un desorden real, en contradicción con la voluntad de Dios.- Necesita la gracia y no la quiere.- D ahí el malestar, pronto realmente intolerable, de las sociedades contemporáneas.- El mundo, podemos decirlo, está en estado de condenación.- ¿Qué hacer para salvarlo? Hacerle conocer y amar la devoción al Sagrado Corazón. Es el solo remedio ideado por Dios mismo para curarlo.- ¿De qué sirve traer a un asfixiado platos exquisitos, vestidos lujosos? Lo que necesita es aire.- De la misma manera, devolved a las almas la gracia que con tanto amor nos ofrece el Sagrado Corazón, y esas a mas serán salvadas. El orden sobrenatural, está pues superpuesto al orden natural.- Por el segundo, los seres sólo son imágenes de Dios; PC el primero, participan de su vida, en el tiempo por la gracia y en el cielo por la gloria.- Hay una semejanza y una diferencia a la vez entre la gracia y la gloria.- La semejanza consiste en que ambas son el mismo bien, bajo dos formas diferentes. Y la diferencia es esta: que por la gracia, somos portadores, poseedores de Dios, sin poderlo ver, como un tesoro oculto, mientras que por la gloria, le veremos cara a cara      

I. El Sagrado Corazón es el don pleno de Dios

II. El Cielo es el fin supremo del hombre

III. La naturaleza, la Gracia, la Gloria

IV. La Gracia es la vida de Jesús en nosotros

V. La gloria es el complemento de la Gracia

NOTAS DEL CAPITULO CUARTO DEL LIBRO TERCERO

 

 

 CAPITULO V

 El Sagrado Corazón y el Cielo - II

 I. El cielo es la dicha completa de la inteligencia y del corazón, d< mismo cuerpo y de los sentidos.- En el cielo nos veremos; en el cielo nos amaremos.- Veremos a las criaturas y a Dios.- Las criaturas, c decir: los ángeles y los santos, el mundo material.- Primero: Los Ángeles.- Su superioridad.- Su número incalculable, su jerarquía.- Entre ellos, no hay dos que se parezcan perfecta y absolutamente.- Y sin embargo no son más que uno en Cristo.- ¡Qué magnífico espectáculo!- Sin embargo, esto es sólo un primer vistazo, una sección diríamos.- ¿Quién podría contar el número de santos que la tierra ha proporcionado al Cielo? Y ahora, si esas miríadas de estrellas fueran habitadas, como presumen muchos sabios, por seres inteligentes, salidos como nosotros de las manos de Dios, y convocadas también a la gloria en la unidad de Cristo, ¿quién podrá predecir su número? ¿Quién podrá describir su variedad, pues todos son diferentes, y quién no estará encantado de pensar que el último de estos elegidos, es más bello que las mayores beldades de la tierra?                       

 II. Hay aún un espectáculo más bello: y es María, que resume en misma todas las magnificencias de ángeles y santos, sean los que sean. Un titulo compendia todas esas grandezas, y es el de Nuestra Señora d Sagrado Corazón.- Ved aún, un espectáculo tremendamente grandioso que se desenvuelve, y es Jesús, el Jefe de la Humanidad, el Rey inmortal de toda criatura; y en Jesús, en su Corazón Sagrado, fuente de gracia y de gloria, plenitud infinita de quien todos los elegidos reciben este esplendor de luz cegadora                                  

 III. La antigua rebeldía de los ángeles, dejó plazas vacías entre elle Dios no ha creado nuevos ángeles para reemplazar a los demonios.- Somos los destinados a este honor.- Hay Santos, mezclados con los órdenes de Ángeles Superiores y que ven a Dios mejor que los ángeles inferiores                                                

 IV. Belleza de los cuerpos en el Cielo.- Cualidades de los cuerpos glorificados.- Desarrollo de las cualidades que teníamos en la tierra con probable aparición de muchas facultades nuevas.- Los cuerpos de los Santos, serán todos diferentes los unos de los otros; cada uno tendrá su esplendor natural                                     

 V. Los Santos serán multitudes.- Entre los hombres que han existido y existirán, ¡testimonios dignos de fe afirman que será la mayoría los que se salvarán!- Pruebas de esta opinión.- Refutación de las objeciones.- Esta doctrina consoladora se armoniza perfectamente con la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.- Cada alma beatificada considerará este divino Corazón como la fuente y la causa de su salvación le deberá su felicidad y su Cielo   

I. Los Ángeles, su Belleza y su número

II. La Virgen Santísima  y la Humanidad Santísima de Jesús

III.- Las almas de los bienaventurados

IV. Los cuerpos gloriosos

V. Número inmenso de Santos

NOTAS AL CAPITULO QUINTO DEL LIBRO TERCERO          

 

 CAPITULO VI

 El Sagrado Corazón y el Cielo - II

I. Sabemos lo que son los ángeles en el Cielo, y lo que serán los cuerpos de los santos, pero, ¿qué sucederá con el mundo material, des­pués de la resurrección general?— Nada será destruido de lo que fue creado.— Es por el Cristo que el mundo existe, y todo lo que es de Cristo, no perecerá jamás.— Habrá en el Universo cambios de forma, pero no de substancia, lo que producirá unos cielos nuevos y una nueva tie­rra.— Este mundo renovado, alegrará los ojos de los santos y mostrará a Dios en sus obras mejor que hoy. Descripción de la Jerusalén celeste por san Juan.— Tan fascinante como es, está muy por debajo de la verdad.—Dios dará a nuestros ojos una potencia de vista sorprendente, tan mara­villosa como la del microscopio más perfeccionado. Si lo tuviéramos aquí abajo, nuestras piedras más vulgares, ¿no nos parecerían jaspe o zafiro? ¡Y si la luz fuera más intensa!..........

II.  ¿Habrá en el cielo, como aquí abajo, movimientos de astros y vegetación de plantas? ¿Existirán los animales? Autores muy serios lo admiten.— Pruebas que dan para ello.— Este mundo material, elevado a un orden superior, mostrará a Dios en todas partes, más que nunca, en sus bellezas transparentes.— Pero, ¿las plantas, los animales, morirán en este mundo nuevo?— No, responden los autores católicos y teólogos profundos.— Razones que aportan ................

III.              ¿Disfrutaremos con este mundo regenerado? Sí, pues Dios lo ha preparado para estas criaturas.— Es para Jesús primero, y luego para María, y por nosotros todos y para los ángeles.— Multiplicidad de prue­bas que atestan esta verdad.— Se objeta que tales placeres, distraerán de la contemplación de Dios.— Sí, como el retrato de un padre, amado tiernamente, distrae de la persona que representa.— Dicen también, Dios basta, ¿para qué otros placeres?— Sí, pero no le basta a Dios de hacer lo que nos bastaría. En el orden de la naturaleza, como en el de la gracia, ¡ cuántos dones no nos prodiga, sin estar obligado a ello!— Otras objeciones refutadas.— ¿Por qué en el mundo de aquí abajo, tantas be­llezas ocultas, tantas fuerzas desconocidas, tantas magnificencias acu­muladas, y que jamás podremos disfrutar?— ¿No será acaso, que habien­do sido hechas para el hombre, llegará finalmente el día en que las co­noceremos y disfrutaremos, para glorificar a su Autor?...

I. El mundo material después de la Resurrección General y su transformación

II. Sobre el mundo vegetal y animal

III. Disfrutaremos del mundo regenerado

NOTAS DEL CAPITULO SEXTO DEL LIBRO TERCERO

 

 

 CAPITULO VII

 El Sagrado Corazón y el Cielo - IV

 I. Visión intuitiva.- Su definición.- Todas las perfecciones de las criaturas, están reunidas en Dios.- Dios las posee sin límites.- El es el océano del que hemos recibido algunas gotas. Nosotros veremos a ese Dios ilimitado, tal como es. Como es infinito, no veremos jamás todo lo que es.- No habrá en el cielo dos elegidos que disfruten en el mismo grado, de la visión beatífica.- Esta inigualdad, será debida a nuestros

 méritos. La dicha del cielo irá creciendo siempre.- Este progreso, sin embargo, no cambiará nada en la jerarquía de los elegidos, pues en el cielo ya no merece más.- Como en la tierra, en el cielo también habrán fiestas.- Viendo a Dios en el cielo y amándole, estaremos satisfechos de ser una de sus revelaciones, una palabra viviente que lo anuncia, expresándolo y comprendiéndose a sí mismo.- Cada uno de nosotros será una palabra aparte, diciendo de Dios lo que ningún otro dirá: de donde viene la palabra Benedicti, Bien-dichos, dada a los elegidos.- En el cielo nuestras faltas serán conocidas?- Sí, a fin de que se difunda más la misericordia del Corazón de Jesús, que las ha perdonado.- Divergencia de sentimientos con Mons. Gay, sobre la ciencia de los bienaventurados.- No; Dios, Jesús, María, no serán nunca perfectamente comprendidos  

 II. Amor de Dios en el Cielo.- Toda ciencia debe servir para hacer conocer más a Dios y para hacerle amar cada vez más, pues toda ciencia verdadera es teológica, pues es el conocimiento de las cosas por sus causas. Y Dios es la causa por excelencia de todo lo que existe, el foco y el centro de todos los amores. En la tierra, estamos envueltos de muchas sombras, en el cielo esto no pasará.- Disfrutaremos de la plena luz y estaremos en posesión de la plena verdad.- Todos los conocimientos humanos, naturales y sobrenaturales, que podamos suponer acumulados en un alma, todos los transportes de afectos terrestres los más sinceros, los más ardientes que podamos imaginar en un corazón, no son nada comparados a la embriaguez del amor divino, que procura la visión intuitiva.- La visión intuitiva yendo siempre de progreso en progreso, nuestro amor crecerá con ella, durante toda la eternidad.- Los ángeles y los santos, les amaremos en Dios y por Dios                   

 III. Amor mutuo de los elegidos.- En el Cielo, todos nos amaremos, pero no todos de la misma manera, o con la misma intensidad.- Nos amaremos tanto más, cuanto más nos asemejemos a Dios.- Antes que a cualquier otra criatura, amaremos con toda nuestra alma a Nuestro Señor Jesucristo y a su Sagrado Corazón, que nos lo ha dado todo. - Después de Jesús, pero con Jesús, amaremos a María, sino tanto, a lo menos por motivos análogos; luego a san José. Solo en el Cielo sabremos cuánto les debemos. Después de san José, ya no veo a nadie que tenga derecho a un amor análogo, de preferencia especial.- Nos amaremos y amaremos de un modo particular a todos los ángeles y santos, que hubieren sido instrumentos de nuestra dicha actual    

 

I. Naturaleza de la visión beatífica

II. Amor de Dios en el Cielo

III. Amor mutuo de los elegidos

NOTAS DEL CAPITULO SÉPTIMO DEL LIBRO TERCERO
 

 

 CAPITULO VIII

 El Sagrado Corazón y el Cielo - V

 I. Los afectos de familia y de la amistad, revivirán en el Cielo.- La doctrina opuesta es tan falsa como desoladora.- Solo el demonio pudo inspiraría.- Esta doctrina errónea, se prevale de las maldiciones pronunciadas contra la raza humana.- La palabra naturaleza, tiene dos sentidos.- Existe la naturaleza, tal como Dios la quiere y la creó.- Es la buena.- Hay también la naturaleza, deformada por el pecado.- Es la mala, es falsa y viciada.- Esta última se opone a la gracia, la obstaculiza y la detesta; está maldita.- Pero la primera, la gracia la ama, porque fue hecha para ella.- Es, además, imagen de Dios.- La frase odiar al padre y a la madre, no tiene el sentido que a veces se le quiere dar. - Quiere decir, que hay que amar al padre y a la madre, menos que a Dios, no preferirles a Dios, pues sino, habría contradicción, puesto que Dios nos hace amar, con un mandamiento, al padre y a la madre.- ¿Jesús, no amó acaso a María y a José, a Juan y a Magdalena y a Lázaro y recíprocamente? ¿Quién osaría decir que este amor, ya no existe en el Cielo?- ¡Lo que Dios reprueba no es tanto la intensidad del amor, como el desorden en el amor!- El hombre no fue creado aislado, sino miembro de una familia.- La familia es la imagen de la Santísima Trinidad, ¿cómo pretender que será destruida en el Cielo?- No, la muerte no la destruirá, sino que se reagrupará en el Cielo               

 II. Enseñanzas de la Iglesia sobre las relaciones mutuas entre padres y amigos en el Cielo.- San Pablo afirma esta verdad en su carta a los de Tesalónica, la Iglesia en su liturgia; sean Agustín, san Cipriano, san Bernardo, santo Tomás y tantos otros, sostienen esta consoladora doctrina.- ¿Qué quedará en el cielo, de las relaciones afectivas culpables ya perdonadas?- El amor verdadero que existe en estos afectos culpables, durará eternamente.- Purificados ya para siempre, serán una gloria para la misericordia divina.- María Magdalena, Aglae y tantas otras, ¿no verán con una alegría muy particular, a aquellos que un día se perdieron a causa de ellas, y que se han convertido con ellas, en trofeos eternos de la infinita misericordia?                                   

 III. La lengua en el Cielo.- En el Cielo, los elegidos se comunicarán sus pensamientos, dice santo Tomás.- Esta verdad, es muy cierta. -Los Santos son en sí mismos, como otras tantas palabras.- Se expresan en formas puramente espirituales, y será así hasta la resurrección gloriosa.- Después de la resurrección, expresarán las mismas cosas, dice Mons. Gay, pero en formas sensibles.- ¿Pero cuáles serán estas formas sensibles? Todo conduce a pensar que en el Cielo, la lengua de los Santos, será una palabra articulada.- Es el pensamiento de Santo Tomás. - La Sagrada Escritura, parece confirmar esta doctrina.- ¿En qué lengua se expresarán en el Cielo? Parece verosímil que usen la lengua que hablaba Adán en el Paraíso Terrestre.- Conclusión.- El Cielo ese la reunión de todos los goces posibles.- Es la dicha suprema de la inteligencia y del corazón.- Esta dicha irá siempre en aumento y ese gozo no concluirá jamás. Gloria y amor al Corazón de Jesús, que nos la ha merecido                                                

 IV. Los ausentes del cielo. - No sufriremos por la ausencia de los nuestros, que hubieren sido condenados.- Para nosotros, ya no representarán nada. Además, habrá menos réprobos de lo que pensamos, gracias a la infinita misericordia del Corazón de Jesús.- Este pensamiento nos debe consolar.- Con todo, hagamos todos los esfuerzos posibles para ser del número de los elegidos y para salvar a los nuestros.- Las mujeres cristianas tienen en sus manos la salvación de muchas almas. - Sea cual fuere el último suspiro de un pecador, no se debe nunca desesperar de su salvación. Puede suceder que en el último segundo, la gracia, más rápida que un relámpago, haya tocado su corazón, a pesar de los signos exteriores de reprobación que hayan aparecido.- Puede suceder, que Dios para convertirle en este último espacio de tiempo, haya tenido en cuenta, por adelantado, todas las oraciones y buenas obras, que vosotros hacéis por él, después de muerto, pues para Dios no hay ni pasado ni futuro, a su vista todo es presente.- Pero si esta alma está en el infierno, no conseguiréis hacerla salir, es verdad; pero podéis hacer hoy, que ella no haya sido arrojada allí.- Santificándoos, Dios ha podido hacer por anticipación, la aplicación de vuestros méritos a aquél a quien ahora lloráis.- Podéis por lo tanto trabajar aún a favor de la salvación de vuestros padres difuntos, santificándoos; y silo podéis hacer, debéis hacerlo.- Alma cristiana, tal vez es por vos misma que teméis, abrumada bajo el peso de vuestros pecados, exclamáis: El cielo no es para mí, soy demasiado culpable, es el infierno lo que me corresponde.- No, decid lo contrario, Dios nos ha creado para una eternidad feliz.- El demonio pretende trastornar esos planes.- Este enemigo de vuestra salvación, os ataca tanto más que él sabe bien que estáis destinados a una gloria más elevada.- ¡Animo!, hay un lugar en el cielo, que os está reservado.- Dirigíos al Corazón de Jesús, tan bueno, tan misericordioso; dirigíos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, patrona de las causas difíciles y desesperadas, y conseguiréis la salvación . . . .

I. Doctrina consoladora

II. Enseñanzas de la Iglesia sobre los afectos en el Cielo

III. La lengua del cielo

IV. Consecuencias prácticas — Los ausentes del Cielo

NOTAS DEL CAPITULO OCTAVO DEL LIBRO TERCERO

 

 

 CAPITULO NOVENO

 El Sagrado Corazón y el Cielo - VI

 I. Los niños muertos sin bautismo.- Estos niños no pueden disfrutar de la dicha celeste.- Están privados de la vista de Dios.- Pero no sufren de esta privación, como los condenados.- Su falta no es actual, y el castigo que la repara no será un dolor                       

 II. Santo Tomás pretende que estos niños, no tienen conocimiento del Cielo, puesto que es un conocimiento que procede de la fe.- De donde se sigue, que el alma no puede estar entristecida y apenada por esta privación.- ¿Pero, éstos niños sufrirán en sus sentidos después de la resurrección?- Algunos autores lo afirman, pero muchos otros secundando a santo Tomás, piensan lo contrario, y muchísimos admiten una dicha natural para estos niños                           

 III. ¿En qué estado resucitarán estos niños?- Imposible de contestar. En el Limbo, estos muchachos actúan, conocen y aman, y además no sufren para nada.- Y es imposible que un ser que actúa, y no sufre, no sea feliz.- Su dicha es puramente natural.- Su inteligencia estando más clara que la nuestra aquí abajo, tendrá un conocimiento más extenso del mundo.- Ampliando las ciencias naturales indefinidamente, de progreso en progreso, comprenderán más y mejor, en todas las cosas, las perfecciones invisibles de Dios, y la amarán cada día más.- Se comunicarán entre si esta ciencia adquirida.- Muchos teólogos piensan que estos niños después de la resurrección general, estarán sobre la tierra renovada, como en un Paraíso Terrestre, que disfrutarán de la visita y revelaciones de ángeles y santos, con el fin de aumentar su dicha natural. - En cuanto al lenguaje que emplearán, podemos decir que es y será como el del cielo, muy superior al de la tierra                       

 IV. ¿Qué clase de dicha tendrán?- Después de la resurrección, el cuerpo de estos niños, participará y aumentará de la dicha del alma. - ¿Tendrán acaso el sentido del gusto?- Todo parece indicar que gustarán los sabores de cierta alimentación apropiada a su estado.- Esta nutrición, no podría ser material.- ¿Por qué no podría ser una especie de comunión natural, entre Dios y la criatura?- La fuerza de Dios nos es comunicada por el alimento aquí abajo; ¿pero no entra a caso en los designios de Dios, que las fuerzas para los residentes en el Limbo, crezcan como las potencias espirituales? ¿Quién ha sondeado estos misterios?                                              

 V. ¿Al resucitar, que edad aparentarán?- ¿En qué edad resucitarán los niños muertos sin bautismo?- Dios podría darles la edad viril, como a nuestros primeros padres; pero nada lo exige.- El tamaño más o menos desarrollado del cuerpo, no impide su perfección ni su belleza. - Los que han muerto antes de su nacimiento, tendrán un cuerpo completo.- Nada se opone a que los idiotas, muertos sin bautismo, tengan su cuerpo de antaño.- En el Limbo, como en el Cielo, cada uno llevará escrito sobre su ser, todo lo que Dios habrá hecho por él; y el idiotismo, incluso sin bautismo, habrá sido, incluso para esos desgraciados por la naturaleza, una gracia inmensa de preservación, y esta gracia, será eternamente visible, para excitar su reconocimiento.- En el Limbo, ¿es que habrá algún trabajo? Muchos teólogos piensan que sí. ¿Y cuál sería la naturaleza de este trabajo? Solo Dios lo sabe, pero podemos suponer que consistiría en elevar el mundo inferior a perfecciones más altas, a hacerlo más digno de sus nuevos habitantes, a sacar de sus magnificencias agrandadas y de sus fuerzas multiplicadas, una alabanza más perfecta de su Creador                                    

 VI. Respuesta a objeciones.- Estos niños no sufren la pena de sentidos; están privados de Dios y de la gloria del Cielo.- Su condición es la que hubieran tenido Adán y Eva, si no hubieran pecado.- Estarán en el estado de pura naturaleza.- Esta doctrina sobre el Limbo destruye todas las objeciones de la incredulidad.- Dios no podría ser acusado de injusticia.- Los padres serán inexcusables de privar de esta dicha natural de los niños, dejándoles morir sin bautismo, privándoles de la gracia, que les permitiría acceder a una dicha infinitamente mejor.- Sería abominable que les privaran, por culpa suya, de la dicha del cielo, infinitamente mejor, ya para la que habían sido creados. - Sólo hay un crimen más grave, y es él de no solamente privarles del bautismo, sino incluso de la existencia.- Admiremos la bondad de Dios.- Todas sus obras son obras de amor.- Este amor tiene un centro y un foco de irradiación y es el Sagrado Corazón de Jesús, que es el TODO de Dios y su Sacramento viviente.

I. Están privados de la visión de Dios

II. ¿Es que sufren ellos, de la privación de Dios?

III. ¿Gozarán de una dicha natural?

IV. Después de la resurrección, el cuerpo de esos niños del Limbo, participará y aumentará la dicha de su alma

V. ¿En qué estado resucitarán estos niños?


VI. Respuesta a dos objeciones


NOTAS DEL CAPITULO NOVENO DEL LIBRO TERCERO

 

 


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